El Ministerio de Sanidad autorizó ayer que Barcelona, sus áreas metropolitanas y Lleida pasaran a partir de hoy a la fase 3. De esta manera, toda Cataluña se encuentra ya en la última fase de la desescalada y se ha recuperado la movilidad entre todo el territorio, con restricciones para ir a cualquier otra comunidad autónoma.

La fase 3 permite también que las comunidades recuperen sus competencias para regular el último paso hacia la “nueva normalidad”, por lo que la Generalitat ha anunciado hoy que el Procicat (órgano formado por las consellerias de Salud e Interior) será el responsable de gestionar a partir de ahora todas las medidas respecto al desconfinamiento y el retorno a la actividad.

Así, la primera decisión ha sido aprobar un nuevo decreto de la Generalitat que indica que esta medianoche finalizará la fase 3 y se entrará en la “nueva normalidad”.

Medidas y recomendaciones para la “nueva normalidad”:

• Total movilidad dentro del territorio catalán.
• Se mantiene la exigencia de llevar mascarilla.
• Se recomienda:
  • Lavarnos frecuentemente las manos.
  • Hacer actividades, mejor al aire libre.
• Distancia de seguridad interpersonal de 1 metro y medio, como mejor medida para evitar las aglomeraciones.
• En el caso de los aforos de los locales, recomienda calcularlo garantizando los 2,5 m² por persona.
  Hasta el 25 de junio seguirá habiendo restricciones en el aforo de los locales:
  • 50 % para los cerrados
  • 70 % para los abiertos

Pero a partir de este día, se cambia el concepto de “aforo” por la citada distancia mínima de seguridad de 1,5 metros.

• Para lugares muy concurridos, se establece la obligación de sectorizar los espacios.
  • Lugares cerrados: 1000 personas de límite o 2.000 sin hay localidades preasignadas.
  • Espacios al aire libre: 2.000 personas o 3.000 si hay asientos preasignados.

Estos espacios deberán tener accesos de entrada y salida diferenciados y se deberá controlar los flujos de circulación de la gente.

Asimismo, el Govern ha indicado que trabaja en planes sectoriales para establecer las normativas concretas en diferentes tipos de actividad como: educación, transporte, el deporte, los locales de ocio y restauración o las fiestas populares.

Con el cambio de fase de Barcelona y Lleida, el 78% de la población española (casi 37 millones de personas) se encuentran desde hoy en la última fase de la desescalada.